Entrevista a Aitziber en El Correo

«El club ha crecido y el reto consiste ahora en consolidar su estructura»

Compatibilizará su estatus de jugadora y un cargo directivo que asume porque «me ha tocado echar una mano»

Aitziber Ibáñez de Gauna (Vitoria, 31 años) tomó a finales de septiembre las riendas de un Gaztedi en pleno crecimiento. Un cargo que asume con naturalidad y sentido práctico. «Simplemente, me ha tocado echar una mano», dice esta fisioterapeuta que compatibilizará responsabilidades directivas con su condición de jugadora del Arabat femenino, donde lleva 10 años.

-No es frecuente ver a una mujer al frente de un club de rugby ¿Cómo se animó?
-Bueno, yo ya era vicepresidenta con la junta anterior. Agotamos los cuatro años de mandato y le tocaba coger el relevo a otra persona. Me animé, quizá un poco por responsabilidad, porque ves a gente implicada...
-Si ya tiene experiencia en una directiva sabrá todo lo ingrato que es. Se pierde dinero, tiempo, se acumulan problemas...
-Sí, buf, todo eso que has dicho. Pero es que no sé decir que no. Una vez que estás dentro sabes lo que implica trabajar y colaborar con los demás. Simplemente, creo que ahora me ha tocado echar una mano de esta otra forma.
-¿Continúan muchos de la directiva anterior?
-Ha entrado también gente nueva. Pero todos hemos trabajado muy a gusto. Eso también me ha ayudado a dar el paso.
-¿Pero ha dado usted el paso o le han empujado un poco?
-Bueno, je, je. Me han empujado un poco, sobre todo Esteban (Sagasti, el presidente anterior) y Miguel (Beltrán de Otálora, entrenador del equipo femenino).
-Y de todas las obligaciones que conlleva el cargo, ¿cuál es la que peor lleva? Negociar con patrocinadores, planificar equipos, decidir entrenadores...
-Hablar por la radio. No me gusta demasiado mostrarme en público. De las otras funciones, hay también gente encargada dentro del club. Yo creo que estamos organizados de forma muy correcta, cada uno en su parcela. Pero el club es cada vez más grande, la estructura crece y se hace más compleja. Eso plantea problemas y no quiero tener a la gente descontenta.
-Qué diferencia con sólo jugar, ¿no?
-Exacto. Cuando te limitas a jugar no eres consciente de las obligaciones que hay detrás. Y más en un club como el nuestro, que ha crecido tanto en los últimos años.
-Dice que ese crecimiento le preocupa...
-Sí, que lo haga de forma descontrolada y en unos pocos años estemos peor que antes. La intención es que la estructura que vayamos creando, de técnicos, equipos y organización, se consolide, que sea más sólida para que el club coja fluidez de funcionamiento y pueda desarrollarse.
-¿Cuántas fichas tiene el Gaztedi?
-Ahora rondamos las 200, aunque 70 de ellas pertenecen a la escuela de rugby.
-¿Puede reflejar en números cómo ha crecido el club?
-No tengo cifras exactas, pero estoy segura de que hace 3 años éramos menos de 100 jugadores, incluida la escuela. Es más, en 2006 posiblemente sólo había unos 15 niños en el club.

Trabajo de promoción
-¿A qué se ha debido este incremento?
-Se ha trabajado muy bien en la promoción y formación, yendo a colegios y universidad. Ha venido mucha gente nueva y creo que también ha funcionado el boca a boca. Pero todavía necesitamos más jugadores. Seguiremos visitando centros de secundaria.
-El equipo femenino debuta esta temporada en División de Honor. ¿Qué expectativas tienen?
-En primer lugar, competir y mantenernos. Nos enfrentaremos a los mejores equipos de España y no sabemos lo que nos vamos a encontrar. Los dos últimos años alcanzamos las semifinales de la Copa de la Reina, lo que puede equivaler a estar entre los cuatro mejores equipos de España. Pero ahora el equipo está en una fase de renovación. Hay unas cuantas veteranas en sus últimos años de jugadoras y otras nuevas que deben coger el relevo.

Fuente: "El Correo", entrevista publicada el 22 de octubre de 2010