
Los campeones defensores del certamen consiguieron su segunda victoria en igual cantidad de presentaciones al vencer a Irlanda por un ajustado 25 a 22 que encontró a los ganadores eficientes para sumar pero a su vez desorganizados en defensa en muchos tramos del encuentro.
Irlanda aprovechó los huecos que se produjeron en la defensa de los conducidos por Marc Lievremeont y golpeó con dos ensayos en la primera mitad, que le bastaron para irse al descanso con un 15 a 12 en el marcador, a lo que sumaron una muy buena defensa. Ese cerco creado por los de Declan Kidney fue efectivo para evitar los ataques a la mano franceses pero infracciones recurrentes le dieron al efectivo Morgan Parra la posibilidad de mantener a su equipo bien cerca.
En la segunda parte se vio lo mejor de Francia merced a un gran control de pelota, que fue aprovechado por los centros quienes marcaron el camino para crecer en el terreno y a la oportuna aparición de Maxime Medard quién con un ensayo más la efectividad del mismo Parra y Yachvili en las transformaciones a palos revirtieron la historia. Los galos también ajustaron las clavijas en defensa y eso se notó al final, cuando Irlanda no pudo lograr puntuar en sus últimos ataques.


Por su parte el orden defensivo y oportunismo dieron la victoria a la selección galesa en el otro partido del sábado. Gales le ganó a Esocia por 24 a 6 El conjunto conducido por Warren Gatland, que al menos por ahora despeja las dudas en torno a su continuidad en el cargo, rompe el maleficio y deja atrás una racha adversa de ocho derrotas. Importantes los dos ensayos de Shane Williams y el acierto con el pie de James Hook que hicieron que los jugadores de los Dragones Rojos se sacaran un gran peso de encima.
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