El partido que abrió el Seis Naciones quedó en manos de los entrenados por Martin Johnson, por 26 a 19, merced a su oportunismo y efectividad que bastaron ante un rival sin ideas claras.
El partido tuvo su quiebre en figuras clave como el segunda línea Tom Palmer quién se mostró sólido en la touche y en los principales anotadores, Chris Ashton quién con oportunismo selló con sendos ensayos dos jugadas donde aparecieron espacios y, principalmente, Toby Flood que estuvo intratablemente acertado en sus envíos a los palos.
Gales poco pudo hacer en el primer tiempo, no pudo marcar cuando jugó con un hombre de más y sobre todas las cosas se lo notó falto de ideas y variantes en la parte ofensiva. Con el pie logró entrar en el partido en un tramo del descuento pero la buena defensa inglesa y sus contundentes placajes, evindenciaron la impotencia galesa y un nuevo golpe de Inglaterra, anotado por Wilkinson quién entró al campo unos minutos, bastaron para decorar el resultado.
Con el resultado ya puesto y con tres partidos a jugar en condición de local en Twickenham, Inglaterra se coloca en una posición más que favorable en este inicio del Seis Naciones mientras que su vencido aún busca un triunfo desde que este mismo certamen finalizara en la primera parte de 2010.
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