Astérix y Obélix se han quedado huérfanos. Sobre todo Obélix, el chouchou, el preferido, de Albert Uderzo creador junto con René Goscinny de los dos personajes de cómic. El dibujante fallecía el pasado martes, día 24, en su casa en París, a los 92 años, de “una crisis cardiaca sin relación con el coronavirus”, apunte que se hace necesario en estos tiempos de epidemia mundial.
Hacía casi una década que Uderzo (Fismes, Marne, 1927) entregó el destino de la aldea gala que había asumido en solitario tras la muerte del guionista y compañero de aventuras Goscinny en 1977 a Didier Conrad y Jean-Yves Ferri.
Ambos, Uderzo y Goscinny, fueron los autores del célebre Astérix en Bretaña, en el que el deporte de la ovalada aparecía en todo su simbólico esplendor. Adaptado el deporte a las aventuras y desventuras de los dos famosos galos, la trama discurre en la Britannia que da nombre al álbum y en la que nuestros héroes, acompañados de la celebérrima poción mágica que el druida Panoramix elaboraba, y de Buentorax, guía y cicerone de los protagonistas, recorrían con los romanos (están locos estos romanos, que diría Obélix) pisandoles los talones.
Cabe añadir, como curiosidad, que en el álbum, los britannos hablan con la sintaxis propia del inglés, lo que da un humorístico y real toque a todas sus conversaciones.
Nuestro más sentido pésame a la familia de este creador que tan buenos ratos nos hizo pasar de jóvenes y que tuvo la delicadeza de reflejar el deporte que nos une a todos nosotros.
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