Este fin de semana nuestras chicas se disponían a disputar el partido contra La Única que no pudo disputarse ya que las rojillas no disponíamos de guerreras suficientes y es que las lesiones llevan causando estragos desde el año pasado y en cierto modo impiden que crezcamos, sentimiento de tristeza que nos invade enormemente y principalmente a nosotras que somos las que nos partimos la cara en los partidos, nos lesionamos y aún no pudiendo más sacamos fuerzas de dónde no tenemos para seguir haciendo esto.
Esperamos que las cosas vuelvan a salir bien como al principio de temporada, que las personas que nos hacen tanta falta en el campo vuelvan y sigamos sumando.
Este es el último esfuerzo antes de las vacaciones de Navidad, si tuviera que pedir un regalo pediría que todas pudiéramos disfrutar de esta etapa, pero va a ser dura, muy dura y sólo nos queda aguantar. Aguantar como se aguanta en las meles, como los días que llueve y el frío te recorre todo el cuerpo, como cuando estás tocada pero no hay más cambios. Transformemos este sentimiento en algo bueno, en orgullo por ejemplo, en coraje o en corazón que es lo que somos, recordemos lo que somos.
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